lunes, 25 de abril de 2011

Vigilia

Atento
al confín, vigía.
Por uno de los pliegues
del  desierto
se cuelan transparentes los reflejos
de la alborada de otro día.
No hubo luna
en tu noche de desvelo;
sólo el burlón murmullo que se arrastra
por las tuscas ariscas
y en los riscos
y en otras atalayas.

Que viene la mañana
y otro color te tiñe la pupila.
Atento siempre al norte,
que al sur te custodian las estrellas.
Se duerme tu esperanza entre las piedras
y el viento te confunde en su cadencia,
te arrebata la cuenta
que llevas de la lenta y paciente
sucesión de los días.

Aquí se muere todo,
la arena confundida con el lodo,
la piel reseca bajo soles ciegos,
la miel con el dolor,
el buitre de alas duras con el cielo.

Estás a un paso,
y tocarás las nubes.
Por el torrente de tus venas sube
un miedo oscuro
vestido de lucero.

Silvia Piccoli - Junio 1990

miércoles, 20 de abril de 2011

Abyecta

Yo fui
una mujer mejor antes
de enredarme con tus ojos.

El camino del infierno
es tu cenote
de estacas y preguntas

y tus ojos
su portal,
y tu boca el soñado
purgatorio inalcanzable.

Sí:
yo fui mejor
hasta el minuto
antes de mirarte

y que tu noche
penetrara
en mi garganta

y asfixiada de ti,
irredenta impenitente
prefiera yo la infamia

a la ausencia
de tus ojos,
negros
salvajes
negros
implacables…

Silvia Piccoli – 20 abril 2011

martes, 19 de abril de 2011

Hojarasca


Cuando madure                 
                 este sueño
          mi piel será de otoño.
                             
             ¿Y tu piel?
       ¿Guardará tu piel
la memoria de los besos
                           presentidos?

(¿será de seda
                 o de cristal
                         tu cobardía?)

¿Será ese atardecer
                  de lluvia y huracanes,
                                o de veletas suaves
                    presagiando
despedidas?

¿Florecerán malvones
                                      o morirá la higuera?

¡Qué importa!
                   Nada importa
              si el pretexto del olvido
          se enreda entre tus pasos…

                                   La noche
        aposentada en mis rincones
                recoge en su regazo
        los fragmentos craquelados
             de esta simple soledad
           enseñoreada de mis días.

                               No vengas ya:
bajo las piedras del portal
                 yace en silencio
                                                el sueño,
               prolijamente ensimismado
                          en su utopía.

Silvia Piccoli – Abril de 2011

miércoles, 13 de abril de 2011

Señuelos

Desde los cuatro
puntos cardinales
me acosan tus indicios:

unos de miel y luz,
otros de sal y
                      arena.

Todos me llevan
desprovista y desarmada
        por tu bosque
        en llamas,
por tu noche
y tus espectros

        a una patria
        indefinida,
        a un espacio
de laberintos y de ecos
        donde no espera
        tu voz,
      ni tus ojos
    ni tus brazos
me prometen recompensa.

Me has negado tu brújula
y no me son propicios 
                             tus vientos.

Deambulo
          tras vestigios
anhelando tus equívocas señales
           traicioneras,
atrapada en tu clepsidra
          insondable
                      de silencio,
      en el círculo infinito
         de la espera.

Silvia Piccoli – 6 abril 2011

martes, 12 de abril de 2011

Confesión


Y yo que soñaba con tu boca...

Y yo, que he buscado
         una rendija
      entre tus sueños...

Y que he esperado
          tu señal,
y escanciado
         tu vino
y avivado mi fuego:

he quedado
sin palabras
sin música
y sin besos

renunciada de tí,
Inolvidable Ausente,
en este mínimo recodo
abandonado del tiempo.

Silvia Piccoli - Abril 2011