Esfera y plenitud
redundante perfección
que anuncia tu llegada.
El pórtico despierta
y se adormece la fronda.
Murmuran
cascabeles los relojes
de la casa
y el silencio espera
en la sombra
tu perfil,
que pasa
prometido de delicias
esta noche
(una más…)
entre las constelaciones
y la Luna sabia.
Viene tu amor cabalgando
en las mareas,
en los vientos noctámbulos,
en los haces de plata.
Y lo espera este amor
de plenilunio,
desnudo de dolor,
inocente de olvido,
redimido de distancias
esta noche
(otra noche…)
para fundirnos
en la misma llama.
Silvia Piccoli – Mayo 2011