miércoles, 23 de noviembre de 2011

Contrafáctica

extraños días éstos
en los que todo ocurre de otro modo

ni tus dedos inventan
promesas
ni vuelan tus palabras
desde esa ciudad de mar
y especias,

ni sobreviene la nostalgia
por una improbable caminata

no sueñas ahora con una boca
en el convite de ese vino milenario

no tiemblas esperando
noticias
extraviadas

no miras desde el muro
hacia la playa
que en un idioma ajeno
anuncie que estás lejos
de todo lo que es tuyo,
en intimidad de nada

no te preguntas
por quién lloran sus ojos,
ni te apartas para recordar,
ni olvidas,
ni proclamas

hoy es
la historia que no has sido,
la inimaginada
secuencia intercambiada
de otra vida

hoy fue
lo que nunca ayer,
lo que no quisiste

por cobardía,
o por esa inveterada soledad
encarnizada

fugazmente
registras un adiós,
una mirada triste
en esa ciudad lejana,
una tarde
amarilla y solitaria

y un aroma
ultraterreno
de tiempo y de jazmines,

una calle vacía
sin nombre

una ventana.

vuelves desde un rincón
de ese pasado
que no hicimos

y sin querer hacerme
materia de tu sombra
me encierras en un destino sin mañana

quiero que sea nunca
este último recuerdo,
que acabe la distancia y se anude
a mi lengua
la pregunta

si no fue,
si nunca podrá ser:

por qué,
por qué…

Silvia Piccoli (inédito)

jueves, 17 de noviembre de 2011

... a hierro muere


No moriré en el lecho endoselado en el que he iniciado a las vírgenes adolescentes que me enviaron en ofrenda desde los confines de mi reino.
Ni entre las dunas cobrizas, a cielo abierto y por una herida irreversible en el campo de batalla.
No llevaré las vestiduras opulentas que son propias de mi rango, ni estos símbolos sagrados de la jerarquía que amedrentan a mis adversarios.
No: no moriré entre las blandas complacencias del amor ni entre las fauces de la guerra.
Ese día ha sido marcado ya entre los que vendrán.
Y sé que moriré odiado y perseguido por un puñado de hombres ebrios de ira y sedientos de justicia, empuñando esta inútil cimitarra de oro, aterrado y perdido entre los huesos de mis víctimas incontables, desangrado y solo en un agujero ignoto y hediondo excavado en los alrededores de esta ciudad indolente en la que he nacido.

Silvia Piccoli - En Bestiario contemporáneo. Poemas, mándalas y otros desvaríos (inédito)
Imagen: "El osario", Pablo Picasso