desde
temprano me cerca
el
rugido del martillo hidráulico
contra
la capa de cemento
y
las bocinas disgustadas porque
no
atinan a diluir su estúpida materialidad
ni
alzar el vuelo
desde
alguna esquina insiste una sirena
arrecian
ruidos y metales
y
desfallece el silencio
los
pájaros no entienden si han equivocado
la
estación
o
si han penetrado inadvertidamente
en
el infierno
todos
pujan
por
nacer a la sórdida prisa de un lunes de noviembre
(en
algún lugar que no conozco
un
hombre llora
por
su niño ahogado
y
una mujer que apenas ha vivido veinte años
destroza
su corazón
contra
la capa de cemento)
Silvia
Piccoli – 11 noviembre 2013
Muy bueno el poema, se debería llamar "Urquiza al 100".
ResponderEliminarSaludos