martes, 6 de mayo de 2014

Revolución

Las iniquidades tropiezan entre sí y disputan las migajas.
Ladran perros afuera, los colmillos sedientos y las lenguas secas.
Zumban las balas y agonizan los pájaros sin el viento.
Se estanca helada la lluvia en las alcantarillas.

Venían los Alados con banderas rojas y cantos de esperanza.
Detrás las madres solas y los viejos sabios.
Y enfrente de todos, las manos abiertas y desnudas
una tímida luz que enardecía corazones.

Pero el régimen tejió redes de alianzas aherrojadas
por leguleyos vergonzantes y esbirros sanguinarios.
Y fue a extinguirse la luz debajo de los pliegos

y las madres desolladas en la piel de sus hijos
y los viejos sin respuesta para las sinrazones
y los Alados muertos, pero jamás vencidos.


Silvia Piccoli – Mayo de 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario