sábado, 18 de octubre de 2014

De ida

qué de sobresaltos la ruta
hasta tu casa

en cada esquina
intermitente
la luz roja me arranca en hilvanes
células encadenadas

el seto vivo de la plaza
denuncia a gritos que llevo pensamientos
de prisa

los pájaros
no acompañan
no anuncian los peligros
que espían detrás de los postigos

y las rayas blancas
se cruzan
se mueven
se dilatan
para que todo el mundo pase
antes que yo

que yo,
que muero en ansias de llegada

que atravieso las vidrieras

que pinto cruces de fuego en el camino
para no olvidar
para no perder

(para
no
volver)

y llego en los huesos a tu puerta

para que  tus manos
vuelvan a  engendrarme
restaurada



Silvia Piccoli – Octubre 2014